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Hijos...


TEORIA DEL APEGO Y SU IMPORTANCIA EN EL DESARROLLO EMOCIONAL

La necesidad de bebé de estar próximo a su madre, de ser acunado en brazos, protegido y cuidado los primeros 18 meses de vida ha sido estudiada científicamente. Fue el psicólogo John Bowlby que en su trabajo con niños privados de la figura materna le condujo a formular la Teoría del apego.


El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad. La tesis fundamental de la Teoría del Apego es que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto (persona con que se establece el vínculo).


Se encontró tres patrones principales de apego: niños de apego seguro que lloraban poco y se mostraban contentos cuando exploraban en presencia de la madre; niños de apego inseguro, que lloraban frecuentemente, incluso cuando estaban en brazos de sus madres; y niños que parecían no mostrar apego ni conductas diferenciales hacia sus madres. Estos comportamientos dependían de la sensibilidad de la madre a las peticiones del niño.


La teoría del apego tiene una relevancia universal, la importancia del contacto continuo con el bebé, sus cuidados y la sensibilidad a sus demandas están presentes en todos los modelos de crianzas según el medio cultural.

“Un niño que sabe que su figura de apego es accesible y sensible a sus demandas les da un fuerte y penetrante sentimiento de seguridad, y la alimenta a valorar y continuar la relación” (John Bowlby).


Ser padre sin duda conlleva autosacrificio. Tener a un bebe para que lo cuiden las guarderías de 8 am a 5 pm no parece tener mucho sentido. Cuando se decide tener un hijo es fundamental estar dispuesto a dedicar mucho tiempo, esfuerzo, cariño y dinero al retoño sin esperar nada a cambio.


¿POR QUÉ ES IMPORTANTE UN APEGO SEGURO?

“Mucho de lo que somos está marcado por la manera en que fuimos criados. En función de cómo sean los cuidados en la infancia salimos con resistencia a la adversidad o con vulnerabilidad”.


Los estilos de apego, es decir, los estilos de vinculación afectiva, se desarrollan temprano y se mantienen generalmente durante toda la vida, permitiendo la formación de un modelo de relación que integran las creencias acerca de sí mismo y de los demás.

Es ante el apego desorganizado que el bebé muestra mayor inseguridad por resultar inconsistente y poco fiable, ya que el adulto no responde a un patrón estable de relación ni comunicación. Esto puede revertir en dificultades en las relaciones adultas futuras.


La raíz de muchos trastornos psicológicos, tiene que ver con un trastorno de apego o vinculación y se manifiesta como un trastorno de regulación propia y/o en la relación con el otro. Cuando el sistema de apego está dañado, con una base insegura, es más fácil que se sufran transtornos en la edad adulta. Por eso es fundamental prestar atención a la relación afectiva con el adulto de referencia en la crianza de los niños, ya que esta determinará su futuro y su desarrollo como adulto.



ESTILO DE APEGO Y RELACIÓN DE PAREJA


Una de las lineas de investigación más estudiadas es la relación entre el estilo de apego aprendido y la relación de pareja:

El estilo de apego seguro se asocia con relaciones confiadas y positivas en las que hay mayor autonomía previa, mejor selección de la pareja, mejor establecimiento del vínculo, ideas positivas y a la vez, realistas sobre el amor, así como una mejor elaboración de la ruptura.

Por su parte, el estilo de apego ansioso se relaciona con vínculos dependientes y a una continua necesidad de confirmación de que se es amado. Sus características principales son: dificultades con la autonomía, búsqueda y selección de pareja precipitada, miedo a no ser amado o amada y a la pérdida, celos más frecuentes, ideas contradictorias sobre el amor, mayor dificultad para romper una relación e inestabilidad e inseguridad emocional.

El estilo de apego evitativo tiene que ver con relaciones desconfiadas y distantes y se observan conductas como poca autonomía emocional, miedo a la intimidad, dificultad para establecer relaciones y para las manifestaciones afectivas, ideas pesimistas sobre el amor, aparente facilidad para la ruptura e inseguridad.



¿TENEMOS DERECHO A EDUCAR A NUESTROS HIJOS SEGÚN NUESTRO PROPIO CRITERIO?

Hace algunos años se aprobó la Declaración Internacional de los Derechos de los niños y México la firmó. Entre otras cosas importantes dice que los niños tiene derecho a ser educados de la mejor forma posible. ¿Qué significa eso? Significa que los padres no tienen derecho a educarlos como ellos determinen. Significa que tienen que educar de la mejor manera que actualmente existe para hacerlo. Eso significa que los padres adquieren la obligación de orientarse y educarse al respecto, saber no solo sobre educación infantil, sino sobre alimentación, primeros auxilios, desarrollo emocional, formas de comunicación con los hijos, etc.



ACEPTACIÓN INCONDICIONAL


Un verdadero regalo de amor de un padre a un hijo consiste en aceptarlo incondicionalmente.

Aceptar incondicionalmente a un hijo significa que los padres aceptan que es una persona diferente ellos, que seguirá su propio camino, el cual no será ni su camino ni el que más les guste, simplemente porque es OTRA persona, un ser único, creativo e irrepetible.

Muchos padres depositan sus propios deseos y proyecciones personales en sus hijos. Un hijo se vuelve entonces la posibilidad de que se cumplan los sueños de los padres y estos, en lugar de ayudarle a descubrirse y construirse a sí mismo se dedican a decirle lo que debe hacer y cómo lo debe hacer según su muy propia y limitada visión de la realidad.



¿POR QUÉ A VECES NOS CUESTA TRABAJO PONER LÍMITES A NUESTROS HIJOS?

Los límites para los niños son importantes y lo sabemos, pero muchas veces tenemos una historia personal detrás que no nos permite ponerlos de manera adecuada y congruente. Muchas veces pensamos que nuestro hijo sufre si lo limitamos en sus deseos (que quiere un dulce, quiere jugar más, quiere que le compre un juguete más, no quiere irse a dormir a su hora, etc.) y esa idea no nos permite decir NO de manera tranquila y segura. En este caso es de mucha ayuda hacer conscientes ese conjunto de ideas hasta cierto grado inconscientes, analizarlas y ver hasta qué grado están obstaculizando nuestra labor como padres. Cuando esto suceda, detente y trata de observar los pensamientos autmaticos que te vienen a la cabeza, escríbelos y cuando esets más tranquilo estudiadlos y confróntalos. Si esto no te es suficiente, probablemente te beneficias de ayuda profesional que te ayude a darte cuenta de cómo la historia que viviste con tus padres y el conjunto de ideas que arrastras están actuando en el momento presente y pueden afectar a tus hijos.

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¿TENER OTRO HIJO?

Muchas parejas se dan cuenta de lo que implica un hijo con su primera experiencia. Ello los hace decidir no tener más hijos. Sin embargo terminan teniendo otro más bajo un argumento muy extraño: “Vamos a tener otro hijo para que el primero no se quede solito” ¿O sea que deciden tener otro hijo para que cumpla la función principal de ser la compañía del primero? No lo desean en realidad como hijo, pues no desean otro hijo, no tienen el anhelo de otro ser humano completo?


Estaría bien que se buscara un mejor motivo para tomar semejante decisión. Tener un hijo para que el primero no esté solo es, desde el punto de vista de los hijos consecuencuentes, un triste motivo para venir a este mundo. Cada ser humano merece una vida completa, dotada de sentido, ya de por si es complicado ser humano y luego venir con semejante carga familiar complica más la vida.


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Literatura Recomendada:

Harari Yuval Noah, De animales a dioses y Breve historia de la humanidad.

CARLGREN, F. Pedagogía Waldorf. Una educación hacia la libertad.

BOWLBY, J. Teoría del apego.

BAROCIO, R. Disciplina con amor

STADELMANN. Die Hebamme Sprechstunde

HÖFER, S. Hebamme Gesundheitswissen

Joselius Canales, Padres tóxicos, Legado disfuncional de una infancia.




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